Comenzamos semana, sí un día más tarde de lo habitual, la sesión del sábado fue brutal, solo en el calentamiento dos personas fueron a vomitar y después del calentamiento fueron dos horas de combates sin ninguna pausa para descansar... Fue de las sesión de entrenamiento más duras que he tenido en mi vida, no sólo de jiu jitsu si no de cualquier disciplina, casi a la altura de los entrenamientos en un dojo tradicional de kendo en Tokio.
Si a eso le juntamos que el domingo trabajé casi 13 horas sin un descanso, de ocho de la mañana a ocho y media de la noche ayer cuando me levanté para desayunar e ir a entrenar mi cuerpo me dijo de manera muy clara que me quedase en casa hasta la hora de comer, no me gusta, pero necesitaba hacerlo, la verdad.
Respecto al entrenamiento de hoy tampoco puedo poner mucho ya que hemos vuelto a entrenar las mismas técnicas de la pasada semana desde de la riva, lo bueno de esto es que hoy he subido la velocidad de ejecución de manera voluntaria, tras los días anteriores que he ido comprendiendo la mecánica de las técnicas ya podía intentar hacerlo a velocidad real, todavía no llego a clavarlas en sparring, ni siquiera el posicional, pero si fuese capaz de hacer eso tendría mucho más nivel jeje, de momento va por el buen camino.
Además ha sido un entrenamiento "especial" que he estrenado el kimono más bonito que he tenido hasta ahora, a ver cuándo saco tiempo y le hago una review que lo merece, aunque sea solo por estética.
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